Una de las construcciones incaicas que más se aproxima a la forma de un gran coliseo es la de Moray, cuyos restos arqueológicos se encuentran a 7 kms. de Maras, y a 33 de la ciudad del Cusco. Es un conjunto de terrazas circulares superpuestas, que tienen una profundidad de 150 metros. Su forma es la de un cono invertido y truncado.
Cada una de las terrazas tiene muros de contención y en ellas se observa acueductos formando un completo sistema de riego. Por la disposición de esta construcción se supone que fue dedicada a fines agrícolas, con el sistema tradicional de andenerías.
Moray, diseñado aprovechando debredaciones naturales que a manera de enbudos se proyectan por debajo del nivel de la pampa, Moray contiene en la mayor de sus cuatro edificaciones, una serie de fuentes ceremoniales y andenes concéntricos, en cuyas descendenes y sucesivas superficies agrícolas los estudios contemporaneos encontraron variaciones de temperatura medias de hasta 5ºC.
Las especiales características de este abrigado lugar hacen que se considere a MORAY como el centro que posibilitó desarrollar variedades de maíz adaptadas a altura, Variedades con las que hoy se cultivan en sus alrededores y en otras áreas donde antes sólo se cultivaban tubérculos y gramíneas como la quinua.
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