Localizado a 28 km del Cusco, y rodeado de nevados espectaculares, Chincheros es un pueblo muy encantador, debido a sus construcciones hispánicas y al hecho de haber sido un importante centro agrícola durante el Tawantinsuyo.
Chincheros está a la altura de 4,000 msnm y a pesar de ello su paisaje no parece al de la fría puna, está ubicado al noreste de la ciudad del Cusco, estratégicamente en el cruce de tres caminos que conectan: Cusco, Yucay y Pumamarca; también está rodeado por tres nevados, el de Salkantay, Verónica y Soray, y su meseta se encuentra adornada por las lagunas Piuray y Huaypo.
En su plaza aún se aprecian los muros de piedra con nichos trapezoidales que sirven de marco para el tradicional mercado dominical, donde todavía se practica el trueque o intercambio. Como dato anecdótico, las mujeres de Chinchero peinan sus cabellos con numerosas trencitas. La zona del Mirador es recomendada para la práctica de ala delta y parapente.
Aquí están los restos de los que fue la hacienda del Inca Túpac Yupanqui, así como también un bello templo colonial construido en cimientos incaicos.
Su principal atracción, sin embargo, es el mercado de domingo, que estuvo originalmente dedicado al trueque de productos por las gentes del valle y de las clases altas. Ahora, el mercado es un centro real de actividad, vibrante de color y movimiento, el cual fascina a turistas con una serie de artesanías y textiles hechos en verdadero estilo precolombino.
Chincheros es una ciudad rica en patrimonio cultural ya que conserva de manera visible el trazo urbano inca. Chincheros se fundó para servir como descanso al Inca Túpac Yupanqui, entre sus principales atractivos turísticos se encuentran los restos del Palacio Inca, la Iglesia Colonial, construida sobre basamentos de piedra, sus andenes y su colorida feria dominical.
La plaza principal tiene una pared de adobe, que sirve de paramento y contención de otra plaza que es un atrio frente a la iglesia; en sus esquinas presenta arcos coloniales, inmensas salas con ventanas, puertas y andenes. En la plaza se lleva a cabo las ferias dominicales donde se venden productos artesanales de gran calidad reconocida a nivel nacional e internacional, donde podremos apreciar el trueque y las nietas de las princesas incas, aún continúan tejiendo lana y confeccionando prendas, como lo realizaban las ajllas para los hijos del Sol.
Chinchero, «pueblo del arco iris«, es uno de los tantos pueblos cusqueños en el que las gentes viven cotidianamente en los mismos ámbitos incaicos casi intactos, entre sus mismas paredes ciclópeas semiderruidas, en las mismas casas milenarias, conservando todavía viejas costumbres del incario.
Región de tierra fertilísima, de campesinos enamorados de su tierra, de gentes de vestimentas pintorescas, mitad india y española, de ferias en las que todavía se practica el primitivo trueque, es un lugar de ensueño y de paz, de belleza bucólica incomparable.
En la plaza principal donde se realizan las ferias dominicales permanece intacta la muralla incaica de piedra labrada, con 10 nichos trapezoidales de dos metros de alto y 1.50 de ancho, teniendo en la parte superior numerosos petroglifos en relieve.
Palacios, andenes y almenas de la gran fortaleza defensiva establecida allí por el incario, rodean al lugar «donde aparece el arco iris con sus ráfagas de luz en un ambiente que se, vuelve mágico», según anota la destacada escritora y periodista Alfonsina Barrionuevo.
Se dice que Chinchero fue uno de los lugares preferidos por Túpac Inca Yupanqui, donde mandara construir su palacio y muchos bellos andenes sobre la garganta del Vilcanota.
En la plaza incaica se encuentra una iglesia de barro humilde, con sus poéticas arquerías, su destartalada torre mordida por el tiempo, su cruz solitaria bajo un cielo azul añil incomparable, y el verde-rojo de la tierra y la yerba.
Ahí está también el busto del recio Brigadier Pumacahua y la casa donde naciera.
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