La zona nuclear del santuario es el complejo arqueológico de Machu Picchu, un conjunto de construcciones diferenciadas en sectores urbanos y agrícolas que forman un apretado sistema que se extiende a lo largo de casi 800 metros medidos en línea recta. Son sin embargo, la edificaciones ceremoniales las que llaman mayormente la atención. La perfección de los muros desborda casi los límites de la imaginación, como en el caso del llamado Templo Principal.
La función precisa de esta ciudadela es aún una incógnita. Diversas hipótesis le atribuyen objetivos ceremoniales, de defensa frente a los ataques de los antis, o como residencia de descanso del Inca. Lo que sí es seguro es que la ciudadela posee las características de una fortaleza, siendo su ubicación una cima de la montaña una de sus principales ventajas, ya que además de pertenecer fuera de la vista de posibles intrusos, hace su acceso en extremo difícil. Aunque a menudo es pasado por alto, gran parte de la fabulosa experiencia de visitar Machu Picchu se debe, precisamente, a su entorno. En efecto, la famosa ciudadela y las abundantes construcciones que la rodean se encuentran enclavadas en uno de los más espectaculares escenarios naturales del mundo:los bosques de neblina.
Comentarios
Publicar un comentario